¿¿Este Verano Si??

Cesc Fàbregas volverá a ponerlo todo de su parte para cumplir el sueño de vestir la camiseta del Barça, si bien no quiere precipitarse y primero esperará a que el club blaugrana mueva ficha antes de implicarse personalmente. La experiencia del pasado verano acabó siendo desagradable y actuará con máxima frialdad para que la operación pueda ser por fin una realidad.

El jugador, de momento, sigue desconectando en Estados Unidos. Tras pasar unos días en Nueva York, el centrocampista se encuentra actualmente en Las Vegas, donde ha disfrutado de las vistas del Gran Cañón del Colorado y ha podido quedarse al margen de los primeros días de vorágine del mercado futbolístico en compañía de sus amigos.

Cesc podría regresar este fin de semana a Londres y será en la capital londinense donde empezará a moverse con las altas instancias del Arsenal, siempre y cuando el Barça haya contactado con el club del Emirates y haya sentado las bases de una negociación rigurosa.

El de Arenys tiene claro que su deseo sigue siendo el mismo que el verano pasado. Su objetivo es cambiar el Emirates Stadium por el Camp Nou, pero su planteamiento no será de entrada tan agresivo. La campaña pasada se implicó mucho, mantuvo tres reuniones con Arsène Wenger y acabó por encontrarse con que el Barça no podía realizar un desembolso importante, por lo que sus esfuerzos carecían de sentido.

El año pasado también se vivió la anómala situación del cambio de presidencia. La negociación fue iniciada por Joan Laporta y seguida por Sandro Rosell con estrategias distintas. Cesc estaba en medio y trató de avanzar de forma individual ya que tenía la fuerza que le transmitía Pep Guardiola. El deseo del técnico de contar con sus servicios le llevó a desgastarse al máximo hasta que vio que estaba en un callejón sin salida. El Barça había marcado un tope económico que hacía inviable su salida y Cesc redactó un comunicado a principios de agosto confirmando que seguía en el Arsenal.

 

Fàbregas está ahora mucho más tranquilo. La próxima semana seguirá con sus planes personales en Londres, donde combinará descanso con trabajo, y no los ha condicionado a su posible fichaje por el Barça. Eso sí, en cuanto el club blaugrana realice algún movimiento, Cesc será el primero en ponerse en primera línea y presionar al Arsenal para que la operación pueda cerrarse por un precio asumible.

El Barça sabe que el jugador estará de su parte si ambos andan por el mismo camino y siguiendo una estrategia conjunta. La ilusión del jugador por vestir de blaugrana es una garantía.